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El Padre jesuita Verplancken, Creel, Sierra Tarahumara.

Actualizado: 18 feb



El Padre jesuita Verplancken, Creel, Sierra Tarahumara

El Padre jesuita Luis Guillermo Verplancken Aldayturriaga, nacido en 1926 en Guadalajara, Jalisco, dedicó gran parte de su vida al bienestar de la comunidad rarámuri en la Sierra Tarahumara. Llegó a la Misión Tarahumara en 1952 y se ordenó sacerdote en 1957. Durante su vida, llevó a cabo numerosos proyectos y programas destinados a mejorar la calidad de vida de esta comunidad, enfocándose en sus necesidades y manteniendo un profundo respeto por sus valores, historia y cosmovisión.


En 1964, fundó la Clínica Santa Teresita, que llegó a salvar la vida de más de 400 niños al año. Más tarde, en 1973, estableció el Centro Educativo Intercultural Benésika Anagupi en Rejogochi, un centro educativo bilingüe y bicultural que busca educar a niños rarámuri en su lengua y cultura, al mismo tiempo que fomenta el aprendizaje de tareas agrícolas tradicionales y la elaboración de artesanías. Estos proyectos iniciales se consolidaron en 1992 como el "Complejo Asistencial Clínica Santa Teresita A.C.", institución hoy bajo la responsabilidad de la provincia mexicana de la Compañía de Jesús.


Consciente de la importancia del agua potable y los alimentos, Verplancken también implementó proyectos como el "trueque de alimento por trabajo comunitario" y el "proyecto dotación de agua", que consistía en perforación de pozos y sistemas de recolección de agua. Además, fundó escuelas-internado donde los alumnos aprenden en lengua rarámuri y en español, tradujo la Biblia a la lengua rarámuri y estableció becas educativas, entre otros esfuerzos.


La conservación de la cultura y las tradiciones rarámuri fue otra preocupación clave de Verplancken. Creó la tienda de artesanías "Crafts Mission" en Creel y el Museo Loyola en Cusárare, promoviendo así el aprecio y reconocimiento de la cultura rarámuri. Además, trabajó en estrecha colaboración con diversas organizaciones no gubernamentales y fundaciones para llevar a cabo proyectos y programas en beneficio de la comunidad rarámuri, potenciando los recursos y esfuerzos para mejorar la calidad de vida de los rarámuri y difundir la importancia de la conservación de su cultura y tradiciones.


El Padre Verplancken también trabajó en iniciativas de turismo sustentable en la región, buscando que el crecimiento del turismo en la Sierra Tarahumara beneficiara a las comunidades rarámuri y contribuyera al desarrollo económico y social de la región. Uno de estos proyectos fue la colaboración con la comunidad de Arareko en la creación del lago Arareko, que se ha convertido en un importante destino turístico y fuente de ingresos para la comunidad.


Además de la educación formal, el Padre Verplancken promovió programas de capacitación y formación para adultos rarámuri, brindándoles habilidades y conocimientos que les permitieran mejorar su calidad de vida y afrontar los retos del mundo contemporáneo. Estos programas incluían formación en agricultra sostenible, oficios, emprendimiento y liderazgo comunitario.


El legado del Padre Verplancken se mantiene vivo a través de los centros culturales de los jesuitas en la Sierra Tarahumara, que buscan que los miembros de las comunidades rarámuri puedan profundizar la importancia de fortalecer su cultura. Estos centros incluyen el "Luis Felipe Gallegos SJ" en La Gavilana, el "Ernesto Uranga SJ" en Pamachi, el "Carlos Díaz Infante SJ" en Guaguachique y el "Luis Verplancken SJ" en Samachique.


El Padre Verplancken dedicó su vida particularmente al bienestar de las comunidades rarámuri, nunca escatimó esfuerzos por mejorar su calidad de vida y fue un gran procurador de fondos en beneficio de diversas instituciones al servicio de los más desprotegidos, falleció el domingo 26 de septiembre de 2004, a los 77 años de edad. Sus proyectos iniciales, como la unidad médica de Santa Teresita y el centro educativo intercultural Benésika Anaguipi, sentaron las bases para una labor que abarcó múltiples aspectos de la vida rarámuri y dejó un legado que perdura hasta hoy.


En resumen, el Padre Luis Guillermo Verplancken fue un incansable defensor de los derechos y el bienestar de la comunidad rarámuri en la Sierra Tarahumara. Su legado en áreas como la educación, la salud, el desarrollo sostenible y la preservación cultural continúa influyendo en las vidas de los rarámuri y es un ejemplo inspirador de compromiso y solidaridad para las futuras generaciones.


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Te dejamos fuentes y algunos trabajos que hablan sobre el tema para tu mayor información.


  1. González González, E. (2015). "Misiones jesuitas en la Tarahumara: estrategias y prácticas culturales en el siglo XX". Estudios de Historia Novohispana, 53, 33-66.

  2. Gutiérrez Gómez, R. (2006). "Padre Luis Verplancken y la comunidad tarahumara". Revista Mexicana de Investigación Educativa, 11(28), 243-248.

  3. Moreno, R., & Pizarro, J. (2012). "El Padre Verplancken y su legado: Comunicación, cultura y desarrollo en la Tarahumara". Comunicación y Sociedad, (17), 59-83.

  4. Hernández R., J. A. (2008). Luis Verplancken, sj: Su vida y obra en la Sierra Tarahumara. México: Editorial Itaca.

  5. Sánchez, R. (2016). "La labor de los jesuitas en la educación de la comunidad rarámuri: Un enfoque desde la perspectiva del Padre Luis Verplancken". Revista Iberoamericana de Educación, 71(3), 65-84.

El Padre jesuita Luis Guillermo Verplancken Aldayturriaga, nacido en 1926 en Guadalajara, Jalisco, dedicó gran parte de su vida al bienestar de la comunidad rarámuri en la Sierra Tarahumara. Llegó a la Misión Tarahumara en 1952 y se ordenó sacerdote en 1957. Durante su vida, llevó a cabo numerosos proyectos y programas destinados a mejorar la calidad de vida de esta comunidad, enfocándose en sus necesidades y manteniendo un profundo respeto por sus valores, historia y cosmovisión.
El Padre jesuita Verplancken, Creel, Sierra Tarahumara


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